viernes, 3 de septiembre de 2010
George Gribbin
Alumnos: Bárbara Fariña Kristof, Daniela J. Ojeda, Esteban García García, Lara Correa, Wendy Rodriguez
Es un hecho que el gran boom de la publicidad tiene lugar hacia 1950 en EEUU, con los genios de Madison: William Bernbach, Leo Burnett, George Gribbin. Algunos autores coinciden en que la pujante economía de ese país lanzó a una clase media, cada vez más numerosa, a un consumo desenfrenado. De algún modo, se reflejaba la búsqueda del tiempo perdido; el afán de dejar en el olvido dos décadas de privaciones e incertidumbres a causa de la gran recesión y de la guerra mundial.
George Gribbin fue uno de los redactores más notables en la historia de publicación en EE.UU. Gribbin ejerce su estilo individual, la teoría de que no hay reglas duras y rápidas para la producción de la publicidad eficaz.
Algunos de los resultados: los anuncios en el que el Life Savers parecen demasiado buenas para picar derecho de la página, y el discreto "Modess... Porque." Michigan-nacidos y educados de Stanford-('29), Gribbin irrumpieron en la publicidad como redactor de la tienda de Detroit JL Hudson, se abrió camino hacia el este de Manhattan antes de unirse a Macy's Y. & R. en 1935. Un hombre seco, reflexivo que pretende desempeñar "el peor de golf en el negocio de la publicidad", que ganó sus espuelas en Y. & R. anuncios con su caprichosa para las camisas Arrow y "Borden Elsie Vaca" de la campaña.
La publicidad busca la manera de llegar al consumidor por todos los medios en sentido estricto. Parece que nada puede detener su creciente influencia en la vida social de las localidades, e intenta ser agradable usando un lenguaje simple.
Paulatinamente, la publicidad se transforma y modifica los patrones de consumo y el estilo de vida de los consumidores. A partir de los años 70 se hace más directa en pos de la venta inmediata y, con ello, se torna más agresiva. Es el comienzo de la producción competitiva. Crea y recrea falsas historias para convencer y, para lograrlo, tiene que emplear la seducción.
Acorde a los tiempos, la publicidad sirve entonces de estímulo para provocar el deseo y recrear el entorno de un paisaje feliz que invita a la compra; de tal forma que recurre a incorporar, en su proceso de producción, a los realizadores de cine que evidentemente producen mensajes comerciales en el más puro estilo cinematográfico.
A partir de la década de los 80, se desata una feroz guerra comercial, tan dura que las agencias de publicidad luchan denodadamente por conseguir diferenciar el producto de sus clientes de otros similares que existen en los mercados.
Los comerciales cantados, o jingles, se remontan a 100 años antes del surgimiento de la radio, aproximadamente a 1920.
George Gribbin, también asentado en Nueva York, desarrolla/conduce su entrevista en una oficina de un segundo piso, decorada con muy buen gusto. Higging se esfuerza por escucharlo a través de la barrera de sonido generada por el tráfico de la calle debajo. Gribbin comienza rememorando sus días de universidad, donde estudió periodismo como pre universitario en Wisconsin, e inglés como graduado en
*Stanford, con la esperanza de trabajar en un periódico de Detroit una vez graduado.
Luego de ser rechazado por un número de periódicos previamente seleccionados, Gribbin tomó un empleo de publicitario para una grande y exitosa tienda de departamentos (no hay transliteración para esta, puede ser gran almacén, o simplemente tienda): J. L. Hudson.
Gribbin cuenta que, a medida que su carrera en publicidad avanzaba, tuvo ocasionales, aunque no serias, dudas sobre su elección de carrera, al haber tenido una vez el deseo de trabajar como escritor de noticias. Sus motivaciones para convertirse en escritor fueron abandonadas. Sus motivaciones por convertirse en escritor se generaron a partir de un deseo de alcanzar la excelencia: decididamente en la escritura y el éxito académico, potencialmente del desempeño de atletas pobres. Gribbin afirma que su confianza en su capacidad escribiendo pudo haber sido una sobreestimación, y que un redactor exitoso, en su opinión, es un escritor primero y un hombre de negocios después.
Gribbin insiste en que la comprensión de las empresas se puede enseñar, mientras que un don para la escritura no se puede, y que un buen escritor se caracteriza por una comprensión perceptiva de las personas, generalmente se alcanza de una vez por haber ocupado una posición psicológicamente inestable en la vida, y una clase media, la educación menos-que-rico. Gribbin generalmente desalienta el esnobismo, ya que conduce a medios poco realistas de la socialización. Cuando se le pidió evaluar la dificultad de escribir publicidad vs. escritura periodística, Gribbin afirma que él encuentra el escrito mas difícil de manera general, y la redacción periodística ha de ser mas difícil al comparar las principales muescas de los candidatos en cada campo, como más conocimiento de fondo es requerido. Gribbin del sistema refuta su afirmación original, que indica que el periodista no tiene por qué hacer un evento interesante, mientras que el anunciante debe incitar al interés del consumidor haciendo al producto interesante, además de mencionar el hecho de que los anunciantes, a diferencia de los periodistas están restringidos por la brevedad.
Gribbin también subraya la importancia de contar con un artista/ redactor de equipo como un buen arte es esencial para el éxito de un anuncio. En referencia a más técnicas para el éxito, Gribbin afirma que tener un buen conocimiento de su producto y el target son esenciales, como es conocer acerca de la coordinación de imagen/encabezado. Después de habiendo desarrollado su anuncio, observa de nuevo y preguntate(y a otros), si la primera frase te hace querer leer la segunda, y si esta segunda tienta para leer una tercera, y si así sucesivamente hasta la última palabra de la copia. En referencia a la revisión de anuncios, un sistema de revisión jerárquica suele ser impuesta, sin embargo, Gribbin busca la crítica de los hombres debajo de él, ya que se cree que nadie es un juez de su redacción.
Cuando se le pregunto acerca de sus mayores influencias personales, Gribbin menciono a varios hombres, uno de los cuales describe en detalle: Ray Rubicam. Rubicam fue un su compañero en una agencia, y fue nombrado el mejor publicista de la empresa. Rubicam es alabado en primer lugar por su minuciosidad, como se aseguro de tener en cuenta a todos los escenarios posibles, la idea y de de los consumidores antes de tomar decisiones. Además de rigor, otras características atribuye Gribbin a un ideal ejecutivo de publicidad incluyendo la evitación de lugares comunes.
Gribbin cita un anuncio favorito como un hecho por “Viajeros”, en la que cambió un título de “La Viuda” por “Cuando tenía 28 pensé que nunca me casaría con el fin de que sea menos deprimente”. El título fue escrito por Gribbin desde la perspectiva de su esposa. A diferencia de Bernbach, Gribbin siente que la publicidad se puede hacer efectiva en torno al terreno de las normas de un cliente, siempre y cuando sean razonables. Gribbin también hace incapié en la importancia de contar con la lengua vernácula en la escritura de los anuncios y comentarios que el lenguaje que es técnicamente incorrecto, pero de uso frecuente, tales como “It’s me” en lugar de “It’s I”, es apropiado para su uso en la mayoría de las circunstancias.
Gribbin siente que las compras a largo plazo son mas fáciles de escribir acerca de los anuncios de compras a corto plazo, como la gente rara vez se ocupan de información detallada sobre las mercancías que no consideran las inversiones. Gribbin disfruta mas de escribir la copia del seguro, respaldado por la emoción se encuentran en gran variedad (escribir sobre muchos productos diferentes). Gribbin asesora a aspirantes de la publicidad a vivir en sentido amplio y participar activamente en la vida.
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